Después de saltarme un par de retos de la familia fotera, vuelvo a la carga con el reto macro. La foto ha sido tomada en tiempo récord. Ha sido llegar a casa, mirar a mi alrededor en busca del elemento a fotografiar, cogerlo, improvisar el estudio fotográfico, tomar sólo un par de fotos, editarla y colgarla. Tiempo dedicado: No más de 15 minutos. ¡Y me ha sobrado tiempo hasta de hacerme un autorretrato para el LinkedIn!
Podéis ver el resto de participantes haciendo clic aquí.
El pasado viernes, aprovechando la festividad de la Hispanidad, subimos a Barcelona para visitar el Parc Güell. Es la segunda vez en menos de un mes, ya que el primer intento se vio frustrado por el gentío que se arremolinaba en los alrededores, y no tan alrededores, del parque. Lo peor de todo es que en esta segunda vez nos quedamos a medias, ya que al poco de estar allí empezó a diluviar. Un vendedor ambulante nos socorrió con un paraguas de 4 euros, y un sólo uso, pero decidimos dejar las fotos para otro día de todas formas. Aún así, hasta que no llegó la lluvia, pudimos sacar alguna foto…
No suelo modificar las proporciones de las fotos que tomo, pero en estos dos que vienen era obligado…
¡A ver si en la próxima visita hay más suerte!
Siempre me ha costado sacar fotos de fiestas populares y más aun estar satisfecho de las fotos que me decido a sacar. Suelo ser muy meticuloso con la composición y en fotografías sociales donde la gente abunda, siempre tengo la sensación que “alguien” estorba. Es por ese motivo que en las últimas fotografías que he sacado de ese tipo he decidido:
Con esa idea fui, hace prácticamente dos meses, a la Fiesta de Gracia. Y el resultado fue éste…
¿Qué os parecen? ¿Qué tácticas utilizáis vosotros para ese tipo de fotografías?
Hace un par de años que teníamos pendiente visitar una pequeña bodega en la que elaboran uno de nuestros vinos favoritos, el Pedralets. El vino pertenece a la denominación de origen del Priorat, y esto se nota… Es de esos vinos potentes y de largo recorrido en boca que tanto me gustan… Pero como no entiendo de vinos, mejor paso a hablaros de la bodega.
Nos habían dicho que era una bodega pequeña, pero nunca me la hubiera imaginado así… La bodega está en lo que podría haber sido el parking de una pequeña casa. Tampoco es una bodega apartada del pueblo, junto a sus viñedos, sino todo lo contrario. Se encuentra justo en medio de un pequeño pueblo llamada Gratallops y es difícilmente reconocible como bodega. Así que ya podéis imaginaros que el trato que ofrecen sus propietarios es de lo más cercano y familiar.
Uno de los propietarios de la bodega, después explicarnos su proceso de elaboración, nos llevó a los viñedos que tienen a pocos kilómetros. El terreno en donde se encuentran las cepas es puramente priorato, con unos terrenos muy empinados. Al parecer, al estar el suelo compuesto de pizarra de origen volcánico y estar el suelo muy estriado, las cepas pueden enraizarse de forma segura todo y la pendiente.
Pero la visita no acabó aquí, sino un poco más arriba…
Las vistas merecen la pena…
La visita estuvo bien y no tardaremos en volver a visitar, esta vez de cabo a rabo, toda la denominación de origen.
Por cierto. Además del Pedralets pudimos comprar un vino muy especial, el Amèlia. Lo producen en una cantidad muy pequeña y sólo en las añadas muy buenas.
¿Sabíais que el Priorato fue la segunda denominación, después de la Rioja, en obtener la categoría “Calificada”? Yo no…
