jueves, 13 de enero de 2011

Tutorial - Primeras fotos en automático o semi-automático

En el capítulo anterior comentábamos que las réflex actuales tenían varios modos de funcionamiento. El automático, el cual incluía los modos de escena predefinidos, los semi-automáticos y los manuales. En este capítulo, más que los automáticos, vamos a ver los semi-automáticos, ya que de los primeros hay poco a comentar.
Los modos semi-automáticos, a diferencia de los automáticos, permiten mayor libertad a la hora de realizar la captura, consiguiendo así plasmar lo que el fotógrafo quiere, siempre y cuando sepamos que queremos y sepamos utilizarlos. En realidad es bastante sencillo y nos abre las puertas al modo manual.
Las cámaras suelen tener dos modos semi-automáticos, uno que da prioridad a la velocidad de obturación y otro que da prioridad al diafragma. Son dos elementos que van muy ligados ya que ambos afectan a la exposición de la foto y subir uno significa reducir otro para conseguir una determinada exposición. Explicado así no se entiende mucho, así que vayamos por pasos:
 
  • Velocidad de obturación: La velocidad de obturación indica la velocidad con la que se cierra el obturador de la cámara. En el curso de Xacata Foto tenemos una explicación bastante clarificadora de los elementos fundamentales de la cámara, entre ellos el obturador. Os recomiendo leerla antes de seguir, ya que ayuda a entender lo que viene a continuación.
La velocidad de obturación se representa en segundos, ya sean enteros o fraccionados y podemos verlo tanto en la pantalla de la cámara como en el visor. Cuando tenemos una velocidad de obturación baja, o exposición prolongada, como prefiramos, lo que conseguimos es:
    • Captar mayor cantidad de luz.
    • Transmitir movimiento.
En cambio, cuando tenemos una velocidad de obturación alta conseguimos:
    • Captar menor cantidad de luz.
    • Congelar el movimiento.

  • Diafragma: El diafragma hace referencia a lo abierto o cerrado que se encuentra éste y se representa con una f. Cuanto más baja es la f más cerrado se encuentra el diafragma, y a la inversa. Al principio es un poco lioso, pero luego te acostumbras. Además, muchas cámaras representan lo abierto o cerrado del diafragma de forma gráfica en la pantalla.
Cuando tenemos el diafragma cerrado (f alta) conseguimos lo que se denomina profundidad de campo, que no es otra cosa que conseguir mayor detalle en todas las áreas de la fotografía todo y que éstas no reciban el punto de enfoque. Por el contrario, si tenemos el diafragma abierto (f baja) lo que conseguimos es desenfocar todo lo que no reciba el punto de enfoque. Ese efecto da mucho juego y se puede acentuar aumentando al máximo permitido por nuestro objetivo la distancia focal, o lo que es lo mismo, el zoom.
 
Como comentaba antes, estos dos parámetros se encuentran relacionados y para conseguir una exposición correcta, al aumentar uno, debemos disminuir otro. Lo bueno de los modos semi-automáticos es que te controlan automáticamente el otro parámetro. Es decir, si ponemos la cámara en el modo semi-automático que prioriza la velocidad de obturación (con la intención, por ejemplo, de congelar las gotas de agua de una fuente), al poner una velocidad de 1/200 automáticamente se nos ajustará el diafragma para conseguir una exposición correcta. Si pusiéramos el modo manual, nosotros tendríamos también que ajustar manualmente la f. Aunque no es tan difícil como puede parecer en un principio, ya que hay truco… Pero eso lo veremos en el siguiente capítulo.
Por internet podéis encontrar muchas webs en las que encontrar tablas orientativas en cuanto a velocidades de obturación y diafragma en función de lo que fotografiamos y el efecto que queremos conseguir. Sólo tenéis que buscar por: tabla velocidades de obturación. Al principio pueden resultarnos útiles para tener una idea.
Los modos semi-automáticos también nos permitirán controlar de forma manual otros controles especialmente útiles, como son:
 
  • Sensibilidad ISO: La sensibilidad ISO indica lo sensible que es el sensor en la captación de la luz. Cuando más alto es el ISO más cantidad de luz captará. Por lo tanto, un ISO mayor permitirá captar la misma cantidad de luz con una velocidad de obturación mayor. Pero no os preocupéis, a diferencia del diafragma y de la velocidad de obturación, ese parámetro no tendremos que estar tocándolo continuamente. De momento bastará con saber que cuanto más bajo tengamos el ISO mejor, ya que a mayor ISO mayor ruido en la foto (píxelado). Por lo tanto, si podemos hacer una foto con un ISO 100, no la hagamos con un ISO 200.

  • Balance de blancos: Yo, de momento, suelo dejarlo en modo automático ya que al guardar las fotos en formato RAW luego puedo editarlas y calcular automáticamente el balance de blancos que más le favorezca a la foto, o probar entra varios para ver cual me gusta más. El balance de blancos no es más que una serie de filtros digitales que transforman la luz para evitar, por ejemplo, tonos amarillentos cuando hacemos fotos en interiores iluminados con bombillas.
 
Para acabar de entender esos conceptos podéis mirar la información sobre las capturas que pongo en todas las fotos que cuelgo, aunque la mejor forma de acabar entendiéndolo es practicando.
Y hasta aquí el segundo capítulo de este mini tutorial.

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