El día 23 de abril se celebra en distintos lugares del mundo el libro internacional del libro, coincidiendo con la muerte de Cervantes, Shakespeare y Garcilaso de la Vega.
En Catalunya, además, se celebra el día de “Sant Jordi”. Día en que los enamorados regalan una rosa y las enamoradas un libro. No hace falta decir quien sale ganando…
A continuación podéis leer un pequeño resumen de la leyenda de “Sant Jordi” y entender el porque de regalar una rosa, aunque creo que esa historia la conocemos todos, por lo menos los que hemos nacido en Cataluña.
“Cuenta la leyenda que la ciudad de Montblanc vivía aterrorizada por un gran dragón que asustaba a todos y causaba daños entre la población y los animales.
Para tranquilizarlo, los habitantes de Montblanc acordaron dar al dragón una persona en sacrificio y para ello, todos los días se realizaba un sorteo en el que salía elegida la persona que debía ser entregada al dragón.
Uno de esos días la mala suerte le tocó a la hija del rey. Ella era una mujer joven y bella muy admirada por los habitantes del pueblo, en especial por su padre quien se resistía a entregarla en sacrificio. Al ver el sufrimiento del rey muchos ciudadanos se ofrecieron para reemplazar a la princesa, pero el rey se negaba a que otros tuvieran que pagar por la suerte de su hija. Además, él era consciente de que su hija hacía parte del pueblo y por tanto debía seguir las normas que hasta el momento se habían pactado.
La princesa abandonó la ciudad. Caminado sin prisa en dirección hacia el gran dragón, la princesa se detenía algunos instantes para mirar su pueblo con gran tristeza y resignación. De pronto, cuando menos lo esperaba, apareció un joven caballero con armadura montado sobre un caballo blanco. Al verlo, la princesa le informó de los peligros que podía sufrir estando en ese lugar, pero el caballero se negó a abandonarla y le dijo que él estaba allí para salvarla a ella y a todos los habitantes del pueblo.
Este caballero llamado Sant Jordi, se enfrentó al dragón tan pronto este apareció. Libraron una gran batalla hasta que el caballero le incrustó una gran lanza al dragón. De la sangre que derramó el dragón nació un hermoso rosal que Sant Jordi entregó a la princesa después de haber ganado la batalla.
Así nace la tradición de que el 23 de abril, día de Sant Jordi, todos los enamorados le regalen una rosa a sus novias.”
Aprovechado que este año ha caído en sábado, nos acercamos a las Ramblas de Barcelona y alrededores para disfrutar del magnífico ambiente que allí se vive. Todo y que pensándolo bien, el ambiente es mucho más agradable cuando cae en día laborable y se puede disfrutar mirando las paradas de libros sin tantos agobios… ¡Con tanta gente resultó difícil hacer buenas fotos!
Para empezar, la protagonista de la fiesta, la cual es vendida en multitud de paradas repartidas por toda Barcelona. En los últimos años no sólo se venden las rosas rojas más tradicionales, sino que podemos encontrarlas prácticamente de todos los colores, incluidas las negras, perfectas para los más góticos…
El dragón, el otro protagonista de la fiesta, también podemos encontrarlo en algunos lugares de la ciudad. En este caso, junto a la Catedral de Barcelona. En esta foto se puede apreciar la muchedumbre.
Lo de regalar una rosa es algo muy extendido y es fácil que una misma mujer acabe con varias rosas a lo largo del día. Los catalanes, peseteros por tradición, ven el momento perfecto para regalar rosas a las mujeres que lo rodean. También en muchos establecimientos, como supermercados y librerías, regalan esas flores a sus clientes femeninas. En esta foto podemos ver como no sólo las mujeres jóvenes disfrutan de su rosa..
Como comentaba antes, el 23 de abril también es el día internacional de libro y las mujeres regalan libros a sus enamorados. Barcelona también se encuentra lleno de paradas en donde poder encontrar las novedades más recientes, muchas de ellas estrenadas para este señalado día. En la foto, una paradita junto a la plaza “Sant Jaume”.
Algún que otro escaparate de la ciudad aprovecha la ocasión para vestir de fiesta. Me hizo especial gracia el de la foto…
Es fácil encontrar en ese día menús especiales de San Jordi en el que, al menos en uno de sus platos, tiene un motivo relacionado con esta fiesta. Lástima que los empresarios vean en este y otros días “especiales” el momento perfecto para hacer más rentable sus productos.
Y con esta foto acabamos la mini sesión fotográfica. Espero os gusten las fotos.
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