Hace unos días fuimos a merendar a Sitges, un lugar idílico incluso en invierno. Decidí llevarme la Réflex a modo de cámara compacta, por si veía algo interesante, y que aun no hubiera fotografiado, que capturar. Cuando ya íbamos camino a casa, sin haber disparado una sola foto, un modelo inesperado empezó a posar para nosotros. Así que desenfundé la cámara, la cargué con el 85 mm, y empecé a disparar…
Por su aspecto, mucho hambre no parece pasar, todo y su condición de gato callejero. Eso sí, alguna herida de guerra mostraba.
aaay, me encanta :D Las veo un poco amarillas, por eso (:
ResponderEliminarTienes razón. Y eso que ajusté el balance de blancos en post-proceso y quité los colores predominantes, que eran los naranja y los verdes, con lightroom. El amarillo no lo pude quitar, ya que el gato se me quedaba gris. Tenía entonces que tratarlo desde Photoshop.
ResponderEliminarLa tercera es muy muy muy buena. Me falla algo el procesado... ¿? Si no te convencen los colores-temperatura prueba a pasarla a blanco y negro.
ResponderEliminarLas fotos como tan están bien... con un procesado más acertado sería mejores.
85mm rulz!
Tomo nota David ;-)
ResponderEliminar