En el capítulo anterior veíamos como podíamos controlar el diafragma y la velocidad de obturación en función del efecto que queríamos lograr y como estos dos parámetros se encontraban estrictamente relacionados dependiendo de ellos la exposición.
Comentábamos que los modos semi-automáticos eran muy prácticos, ya que sólo teníamos que encargarnos de controlar el parámetro que nos interesaba (apertura de diafragma o velocidad de obturación), dejando que la cámara calculara de forma automático el otro parámetro. En el modo manual seremos nosotros quien controlemos ambos parámetros. Lo que en un principio puede parecer difícil, se simplifica enormemente gracias a lo que se conoce como exposímetro. El exposímetro es un indicador que nos mostrará en tiempo real si la foto quedará sub-expuesta (muy oscura) o sobre-expuesta (muy clara). A priori, cuando la exposición es correcta, el exposímetro marca el valor cero (posición central del indicador). Por lo tanto, siempre debemos prestar a atención a este indicador, ya sea a través del visor, lo más cómodo, o a través de la pantalla.
De todas formas, hay que tener en cuenta que el exposímetro no es infalible y que según lo que queramos lograr deberemos no tomarnos al pie de la letra lo que indica, aunque siempre nos servirá como referencia.
En condiciones de mucho contraste, como por ejemplo cielo azul en el horizonte y color oscuro en el paisaje, todo y que el exposímetro se encuentre centrado, la foto puede quedar sobre-expuesta. Para esos casos deberíamos lanzar la foto con el exposímetro marcando posiciones leves de sub-exposición. Si hemos de lanzar muchas fotos en las mismas condiciones lo más práctico por eso es utilizar el compensador de exposición. Este control nos permite establecer unas compensaciones positivas o negativas hasta que volvamos a dejar el control a cero.
Personalmente, una de las cosas que más me está costando, es conseguir fotos correctamente expuestas, ya que ni mirándolas una vez hechas soy capaz a veces de ver si la foto está bien. Recientemente me han comentado una forma infalible de reconocer una exposición correcta. Pero eso lo dejo para más adelante :-P
Como veis, no es tan difícil como puede parecer en un principio. Yo recomiendo hacer todas las fotos en modo manual, incluso aquellas en las que no podamos dedicar mucho tiempo para “preparar” la captura. Es la forma de tener el control total de la máquina y de aprender progresivamente cómo hacer buenas fotos.
¿Qué breve, no? Veis como tampoco es tan complicado…
En el próximo capítulo veremos ya como mejorar considerablemente nuestras fotos con unos retoques mínimos en el post-proceso.
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